Desde Focus Market elaboramos el siguiente Informe donde mostramos las diferencias a nivel ingreso que existen entre las provincias de nuestro país que pone en foco las disparidades económicas que existen entre las distintas regiones.
“En Argentina durante mucho tiempo se intentó garantizar ingresos sin contraprestación de actividad económica y producción de bienes y servicios en la economía real lo que llevó a nuestra población a ser más pobre a nivel estructural y a deteriorar su calidad de vida en las últimas décadas. Por su parte, el Estado no generó incentivos como para que la inversión privada crezca, se incremente la producción y se genere empleo. A su vez, la inflación, recesión combinada con cepo y cierre de la economía generó un deterioro gradual y sostenido del ingreso de los argentinos en términos reales a lo largo del tiempo”, detalló Damián Di Pace Director de la Consultora Focus Market.
Las diferencias en los ingresos entre provincias son significativas, especialmente al analizar el ingreso promedio por adulto. En el extremo inferior, la provincia de La Chaco que reporta un ingreso promedio de US$148 por adulto. En contraste, en el extremo superior se encuentra la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), con un ingreso promedio de US$527 por adulto. Esta variabilidad resalta las disparidades económicas que existen entre las distintas regiones del país.
Se puede observar una relación entre los ingresos provinciales y el empleo estatal. En general, las provincias con una mayor participación de empleados públicos suelen ser las que registran los menores ingresos totales. Al analizar las cinco provincias con menor ingreso total y las cinco con mayor ingreso total, se evidencia que la cantidad de empleados públicos contratados por cada mil habitantes varía notablemente. Por ejemplo, Río Negro, que presenta el ingreso total más bajo, se posiciona como la tercera provincia con mayor contratación de empleados públicos por cada mil habitantes.
Este patrón sugiere que el aumento en los ingresos está asociado a la inversión privada, subrayando la importancia de fomentar este tipo de inversión para mejorar la situación económica de las provincias.
Hay 9 factores que han generado una caída del nivel de ingreso de nuestra población a lo largo de las últimas décadas. No hay una única causa sino que operan todas en simultáneo.
1- Crisis Económicas: atravesamos períodos recesivos conjugados con crisis financieras de pago de deuda permanente con aceleración de la inflación, pérdida de valor de nuestra moneda y reducción inevitable de la producción y consumo real sin aditivos para sostenerlo artificialmente.
2- Desempleo: Con reglas deficientes para la inversión privada y puesta en riesgo del capital Pyme en un contexto recesivo ante un aumento del desempleo se lo intento compensar con planes sociales que implicaron más gasto público sin colateral de ingresos. Se deterioró a un más las cuentas públicas, la situación fiscal y monetaria y se provocó menor nivel de ingreso real en los hogares y una disminución en el poder adquisitivo.
3- Inflación: La alta inflación erosionó el poder de compra, afectó la capacidad de las personas para consumir pero además deterioró los niveles de ahorro en nuestra moneda y a calidad de vida de la población.
4- Inestabilidad Política: Argentina garantiza democracia pero no estabilidad política en la toma de las decisiones de mediano y largo plazo. Ley que se aprueba en el congreso de la Nación convive con la grieta pasajera del gobierno de turno. La incertidumbre de la decisión política futura ante un eventual cambio de mando desalienta la inversión y afecta el crecimiento económico. No hay consensos reales en nuestra clase políticas solo acuerdos y negociaciones temporales por intereses propios que exceden a lo de una mirada previsible para el sector privado.
5- Caída en la Inversión Extranjera: Una disminución en la inversión extranjera directa afecta la creación de empleo y el desarrollo de infraestructuras. El RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones) aún no cuenta con la adhesión de todas las provincias e incluso algunas cómo Córdoba que iba a adherir ahora le da la espalda. Por otro parte, el CEPO neutraliza la llegada de inversiones de afuera. El capital quiere retornos de la inversión y entradas y salidas de sus flujos con reglas claras de juego.
6- Pérdida de Mercados: La pérdida de acceso a mercados internacionales o la disminución en la demanda de exportaciones puede afectar severamente la economía. Argentina resuelve por ahora con balanza comercial superavitaria la segunda pero aún no logra el acceso a la “tarjeta de crédito” internacional lo cual se refleja en un Riesgo País superior a los 1000 puntos básicos mientras en Uruguay es de 79 pb, Chile 117 pb, Perú 118 Pb, Paraguay 163 pb, Brail 199 pb, Costa Rica 209 pb, Cólombia 281 pb y México 306 pb. El crédito internacional es fundamental para el crecimiento y mejora de ingreso de un población.
7- Políticas Económicas Inadecuadas: Medidas fiscales y monetarias redundantemente mal implementadas llevar a un estancamiento crónico de la economía con visiones de soluciones rápidas y espontáneas por parte de mayor injerencia de políticas públicas para contener desde lo social lo que no se resuelve de la economía real.
8- Desigualdad Económica: Los altos niveles de desigualdad limitan el crecimiento económico al restringir el acceso a oportunidades. El país tiene tasas de pobreza e indigencia insoportables, no compatibles con el potencial de riqueza de nuestro país que se convirtió en el gran regulador de su extracción condicionando a la actividad privada.
9- Problemas Estructurales: Factores como la falta de diversificación económica o la dependencia de un solo sector (por ejemplo, materias primas) hace que Argentina sea vulnerable. Requiere escalar hacia el sector de servicios de la economía del conocimiento y para eso requiere apalancar su crecimiento en el capital humano. Llevará décadas de mejora y aún no hay un plan concreto con consenso social y político para llevarlo adelante.