Desde Focus Market elaboramos el siguiente Informe donde mostramos la pérdida de valor que viene sufriendo nuestra moneda durante años, y como seguirá su movimiento al finalizar el 2024.
Los argentinos ahorran y piensan en cualquier moneda que no sea el peso argentino. Por eso los argentinos estamos entre los 10 países con mayor interés y tenencia de criptomonedas y somos el tercer país con mayor tenencia de dólares por habitante después del propio emisor Estados Unidos y Rusia.
“El Banco Central de la República Argentina logra acumular reservas internacionales a partir de las liquidaciones de las exportaciones. A su vez, logra aspirar pesos del mercado a través del Bopreal (bonos para los importadores). Por su parte, las pymes podrán acceder al mercado de cambios para pagar deudas con los importadores. En meses como Febrero y Marzo donde estacionalmente son los de mayor caída de la demanda del peso parecería ser que encontrarán estos excedentes nuevos destinos”, señaló Damián Di Pace Director de la Consultora Focus Market
Sin embargo, aún queda mucha inflación por delante, corrección de los precios relativos de la economía. La pérdida de valor del peso argentino aún tiene un recorrido por delante. Si tomamos el billete de 1.000 pesos, desde su nacimiento en el 2017 hasta diciembre 2023 perdió todo su valor real. Nació siendo un billete de $1.000 pero hoy ajustado por inflación vale tan solo 43 pesos. Si evaluamos su contrapartida en dólares veremos que nació con un valor de USD 51 y en Diciembre 2023 su valor era de USD 0.98 centavos.
Esta situación tan compleja de al menos este billete muestra cómo la inflación en el tiempo generó que uno de los billetes de mayor denominación, hoy sea uno de los más devaluados en ese período. Aunque el gobierno actual se encuentra en el proceso de sinceramiento fiscal, cambiario y monetario, el trabajo de desinflación será largo aún. Si tomamos las proyección de inflación del relevamiento de expectativas de Mercado del Banco Central, el billete de $1.000 llegaría a ser de USD 0.20 centavos de dólar hacia fines de 2024.
Proyectanto que la inflación antes de estabilizarse aumentará, podemos evaluar el ingreso de nuevas denominaciones de billetes, ya que se planteó la creación de un billete de $10.000 y $20.000 pesos. Si asumimos un 2024 con inflación proyectada por sobre el 213% podemos considerar que estos billetes al final del período valgan aproximadamente $2.961 y $5.979 respectivamente, lo que significa que la pérdida de poder adquisitivo de nuestra moneda seguirá su curso y serán necesarias mayores denominaciones de $ 50.000 y $ 100.000 antes de fin de año.
Si hacemos el mismo ejercicio, pero ajustando por inflación desde el día que nació el billete de $1.000 (noviembre del 2017) y el nuevo billete de $2.000 (nació en mayo 2023), deberían valer para no perder la totalidad de su valor en diciembre 2024 al menos $110.940 pesos y $15.338 pesos respectivamente. Estas cuestiones nos permiten ver que nuestra actual moneda de curso legal no tiene ningún valor ante el crecimiento inflacionario diario.
“Durante estas semanas el presidente de la Nación volvió a insistir en la dolarización. Probablemente nuevas denominaciones del peso argentino se hayan frenado frente a una eventual salida del cepo cambiario hacia mitad de año, y luego libre competencia de monedas en el mercado doméstico. El gobierno plantea corregir, sanear y ajustar toda la economía real con el peso argentino como moneda, para que luego el plan dolarizar salga a la cancha para reemplazar al peso por una decisión voluntaria de los argentinos en el mercado”, expresó Damián Di Pace Director de la Consultora Focus Market
El dólar es la divisa más elegida por todos los argentinos (se estima que nuestro país es la tercera reserva de dólares en el mundo debajo del colchón). Si cambiamos de moneda de curso legal aparece el bien conocido trade off, ya que si bien es cierto escaparíamos de las manos inflacionarias argentina, esta más que claro que estaríamos en manos de la Política Monetaria Americana, el cuál hoy tiene inflación de 3.1% mensual. Si tomamos un billete de 100 dólares en el 2017 y ajustando por su proyección de inflación americana en el 2025 este billete tendría un valor real de USD 76.4 al finalizar la serie. Es decir, nos distanciariamos de la inflación argentina e iríamos sin dudas en camino absorber la inflación americana. Esto sin detallar la pérdidas de política monetaria que el cambio de moneda implica para una economía como por ejemplo hacer frente a los shock externos de devaluación de la cartera de monedas con las cuales comerciamos o competimos en los mercados internacionales.
El ejercicio de aplicar la inflación a una de las monedas más poderosas del mundo, solo nos muestra que la pérdida de poder adquisitivo existe en el mundo (debido a que la inflación per se no es problemática en un nivel bajo de 2-3%, sino que saber controlarla en un límite saludable de la política cambiaria). En el caso Argentino no solo existe circunstancialmente sino que es propia del país. Tanto el peso boliviano y más el peso uruguayo tuvieron fuertes apreciaciones en los últimos años. Si hoy cambiásemos pesos argentinos por el peso boliviano o el peso uruguayo podríamos proyectar que un billete de 100 pesos bolivianos al finalizar el 2025 tenga un valor de 82 pesos sobre la inflación boliviana actual a valores constantes proyectados y lo mismo ocurriría para el peso uruguayo que finalizaría con un valor de 55 pesos.
“La pérdida de poder adquisitivo no es algo que escape a todos los países, sino que es real y hasta esperable que cada moneda se encuentra en un proceso devaluatorio por las distintas crisis de emisión que sacudieron a todos los países ante la última crisis sanitaria. Lo que sucede en Argentina no es debido a un evento aislado sino que ya venimos de un constante de descontrol en la emisión de pesos que fueron esterilizados vía lebacs y leliqs y demás bonos que en un intento de absorber pesos para que no sean inflacionarios hoy ante su sinceramiento de la economía muestra el gran problema de la contención pasada en el desborde presente sobre niveles de variación de precios previos ya muy elevados”, indicó Damián Di Pace de la consultora Focus Market.